Plazo Fijo UVA vs Tradicional: ¿Qué instrumento conviene en este momento?

A pesar de la reciente subida de tasas realizada por el Banco Central, los plazos fijos volvieron a perder frente a la inflación, lo que ha llevado a los ahorristas a buscar alternativas para proteger sus pesos.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero fue del 6,6%, una cifra mayor a la esperada, impulsada en gran parte por el aumento en los precios de los alimentos. Hasta el jueves pasado, la rentabilidad mensual de los plazos fijos tradicionales era del 6,25%, lo que significa que la aceleración de los precios redujo las ganancias de los inversores.

Además, distintas consultoras que integran el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) proyectan una aceleración en el IPC de marzo y opciones como el plazo fijo UVA o los Fondos Comunes de Inversión (FCI) se ofrecen como una posibilidad para evitar que los pesos pierdan valor.

El plazo fijo UVA es un instrumento de bajo riesgo, disponible a través del homebanking, que está atado a la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA). Este está ligado al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que se ajusta según el aumento de precios y suma un 1% anual. Sin embargo, tiene un par de meses de rezago y, por lo tanto, no refleja con exactitud los aumentos de precios. Además, tiene un plazo mínimo de 90 días, lo que puede resultar difícil para los pequeños inversores que buscan rentabilidad mensual, aunque existe la opción de precancelación a partir de los 31 días.

Por otro lado, los Fondos Comunes de Inversión son activos formados por los aportes de un grupo de personas con los mismos objetivos de rentabilidad y riesgo en sus inversiones. Aunque suelen rendir un poco menos que la inflación, tienen la ventaja de otorgar liquidez inmediata en un plazo de 24 a 48 horas. Además, permiten diversificar las inversiones entre acciones y bonos, lo que proporciona estabilidad en la cartera de inversión.