Las personas se independizan económicamente de sus familias cada vez más tarde. La necesidad de mayor capacitación para un mundo más complejo hace que suela ser más difícil para los jóvenes sostenerse financieramente.
Por eso es por lo que cuando una persona joven pasa a vivir de sus propios ingresos por primera vez es probable que vea una baja en su nivel de vida. Ciertas comodidades que tenía con sus padres de golpe pasan a estar fuera del alcance del bolsillo de alguien que se está incorporando a la vida laboral.
En esta situación pueden darse varios escenarios complicados: que les pidas ayuda a tus padres para suplementar tus ingresos o que te endeudes desmedidamente para mantener el estilo de vida al que estabas acostumbrado. Las dos cosas son pésimas noticias para tus finanzas.
Si decidís independizarte, es muy importante que busques hacerlo de una manera en la que puedas hacerlo por vos mismo, aunque eso implique ajustarte fuertemente el cinturón en el corto plazo. Es que, si tus padres te siguen financiando, nunca vas a aprender a valerte por vos mismo. La independencia financiera es algo que se consigue parándote sobre tus propios pies. La prueba está en que según un estudio de Fidelity Investments el 88% de los millonarios son de primera generación, es decir que no heredaron su riqueza. En países como el nuestro esta cifra parece increíble porque siempre que alguien tiene dinero pensamos que es heredado o mal habido, pero en el mundo la mayor parte de las fortunas se construye desde abajo.
Por eso, al momento de empezar a sostenerte por tus propios medios, si entrás en el círculo vicioso del endeudamiento, estás dañando tus finanzas a tu futuro en gran medida. Para poder construir un patrimonio lo primero que tenés que poder hacer es gastar menos de lo que ganás. Si querés mantener el estilo de vida de tus padres no vas a poder ahorrar e invertir. Y cuanto antes te des cuenta de esto mejor.
Pero, antes que nada, ¿Por qué decimos que no tenés derecho a vivir como tus padres?
Para cosechar, hay que sembrar
La realidad es que no has estado suficiente tiempo trabajando y acumulando capital para mantener el estilo de vida de tus padres. A veces hay confusión con respecto a qué nos corresponde disfrutar para nuestra vida. Para conseguir un resultado en cualquier área de la vida tiene que pasar un tiempo. No vas a esperar ir a un gimnasio un día y estar en forma. De la misma manera, no se puede al inicio de una vida laboral pretender tener las mismas comodidades que nuestros padres. Si ellos tienen vacaciones, un auto lindo o una casa, no es razonable que esperemos llegar a lo mismo cuando recién empezamos a trabajar.
Entender esto es un desafío sobre todo en estos tiempos en que todo está al alcance de un clic. Y no saber esperar puede dañar muchísimo tu capital a futuro.
Hay que aprender de los abuelos
Muchas veces en las familias con cierto nivel económico suele darse un ciclo entre las generaciones. La generación de los abuelos es la que crea una empresa, trabajando muy duro, cuidando el dinero. Se trata de personas que viven para trabajar y que ahorran muchísimo. Luego a ese dinero lo disfruta la generación de los padres, porque es natural querer que tu hijo no sufra.
El camino que suele seguir esa generación es tener una profesión, que sea más tranquila y una vida más fácil que la de generación de los abuelos porque el patrimonio ya está construido. Cuando se crece en un entorno donde hay patrimonio, las cosas ya están resueltas.
Entonces si copiamos la manera de vivir de nuestros padres, no nos damos cuenta de que los padres no merecían esa forma de vida. En realidad, eran los abuelos los que con su forma de ser y de vivir lograron crear el patrimonio que disfrutan las futuras generaciones. A veces la gente subestima lo que se puede lograr financieramente con el solo paso del tiempo.
Abajo te muestro cuánto tendrías si hubieras invertido USD 10.000 al 9% durante 10, 25, 40 o 65 años. El 9% es la tasa promedio de los últimos 100 años del S&P 500, el índice que nuclea a las 500 mayores empresas de Estados Unidos:
En 10 años o 25 años, el capital se multiplicó por 2 y 8 veces, respectivamente. Es bastante eso, pero si vemos a 40 o 65 años se pone realmente interesante. Sólo arrancando con una inversión de USD 10.000 se llegaría a más de USD 2.700.000 en 65 años. Por eso es por lo que el tiempo es tan crucial y la riqueza de una familia muchas veces demora varias generaciones en construirse, aunque es mucho fácil que se gaste.
Esto lo tiene más que claro el ex jugador de básquet Shaquille O’Neal que es quizá más exitoso como empresario que como jugador. Su fortuna se ha multiplicado desde su retiro. Pero aun así si sus hijos quieren que financie algún de sus emprendimientos deben presentar un plan de negocios como cualquier hijo de vecino. Él prioriza prepararlos para el futuro y es consciente que dándoles el dinero porque sí les estaría haciendo un mal a sus hijos.
Existen otros caminos
Tampoco es necesario que sigas la vida de tus padres, en el sentido del camino tradicional de clase media, estudiar una carrera segura y trabajar de eso, aun cuando no disfrutes de tu trabajo. Está la alternativa de hacer otra cosa, de disfrutar tu trabajo. Hay muchas maneras de tomar las riendas de tu vida económica.
Antes de emprender un nuevo camino, es fundamental que te asesores con un profesional en finanzas que pueda ayudarte a planificar mejor tu futuro financiero.
Construir un patrimonio lleva tiempo y paciencia. Dejando pasar el tiempo adecuado, los resultados pueden ser realmente impresionantes. Pero es muy difícil emprender este camino en un mundo como el actual en el que predomina la satisfacción inmediata. Tomando las lecciones de vida de las generaciones que lograron crear un gran capital podés generar un impacto significativo en tus finanzas.