Los plazos fijos pierden contra la inflación

Desafortunadamente y por tercera vez consecutiva, el rendimiento de los plazos fijos volvió a encontrarse por debajo de la inflación informada. Según los datos que Indec dio a conocer este martes, el aumento de precios generalizado de noviembre fue de un 3,2%, mientras que la tasa obtenida en caso de haber hecho un plazo fijo fue del 3,08%, dado que la última suba de tasas del 12 de noviembre dejó una Tasa Nominal Anual (TNA) de 37%.

El negocio del plazo fijo es sencillo: el usuario deposita en el banco dinero y, a cambio de tenerlo inmovilizado durante 30 días, la entidad financiera le paga intereses. Existen diversos tipos de plazo fijo, siendo uno de los más populares el plazo fijo UVA, el cual ajusta según el índice CER que refleja la inflación. Sin embargo, la mayoría de las personas escoge el plazo fijo tradicional por su mayor liquidez.

Desafortunadamente, los rendimientos históricos de esta clase de inversión demuestran que solo en pocas ocasiones pudieron ganarle a la inflación, lo que significa que devuelve retornos reales negativos, a pesar de contar con intereses nominales positivos.

Sin embargo, para aquel que no sepa qué hacer con los pesos, y más aún en estas épocas en las que se acerca el aguinaldo, existen diversas posibilidades. En primer lugar, se puede suscribir dinero a un Fondo Común de Inversión (FCI), instrumento administrado por profesionales que toma los fondos de muchas personas y los invierte en el mercado de capitales según el objetivo preestablecido. Por otro lado, también se puede recurrir a abrir una cuenta comitente en una sociedad de bolsa como Bull Market Brokers y, en menos de 5 minutos, invertir de manera directa en las principales acciones del mundo a través de los Cedears.

Sea cual sea la opción escogida, la teoría y la historia demuestran que el plazo fijo no es rentable en la mayoría de los casos, tal como sucede actualmente.