Los nuevos ETFs de bitcoin captarán la atención de grandes inversores institucionales
Los nuevos productos podrían incentivar la creación de otros derivados vinculados, los cuales permitirían que los inversores institucionales "se apoyen cada vez más" para cubrir riesgos.
Por Gonzalo Andrés Castillo
La Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) está cada vez más cerca de aprobar los nuevos fondos cotizados (ETF) de bitcoin al contado para complementar la oferta de productos bursátiles vinculados al sector de las criptomonedas.
Cuando efectivamente se lancen estos vehículos financieros, una gran cantidad de inversores institucionales acudirá en masa a colocar su dinero en ellos, según John Palmer, presidente en CBOE Digital.
"La aprobación allanará el camino para que los fondos de pensiones y los fondos basados en RIA puedan invertir en bitcoin al contado mediante un ETF cuando hoy no pueden obtener ese acceso solo comprando un token nativo de bitcoin al contado", detalló el ejecutivo.
En medio de los rumores de que los fondos cotizados de bitcoin al contado están cerca de ser aprobados y lanzados, la famosa criptomoneda subió hasta penetrar los USD 45.000 por unidad, un nivel no visto desde abril de 2022. De esta manera, en el último año, acumula un crecimiento del 160%.
Afortunadamente para los inversores, la cotización de bitcoin podría seguir aumentando incluso hasta registrar nuevos máximos históricos, tal como pronosticó Michael Novogratz, fundador y director ejecutivo de Galaxy Digital Holdings.
Según su análisis, a lo largo de este 2024, la criptomoneda más importante del mundo gozará de una aceleración de su tendencia alcista porque miles de millones de dólares fluirán hacia ella cuando los reguladores les den el visto bueno a los ETFs.
"Los precios se fijan en el margen, por lo que todo es dinero nuevo. Veremos un cambio de psicología bastante exitoso cuando el Gobierno diga que puedes comprar bitcoin", expresó Novogratz durante una entrevista con Bloomberg.
Además, para Palmer, los nuevos productos podrían incentivar la creación de otros derivados vinculados, los cuales permitirían que los inversores institucionales "se apoyen cada vez más" para cubrir riesgos.