La inflación en Europa vuelve a caer obligando al BCE a estudiar recortes de tipos de interés
El aumento en los precios al consumidor en los 20 países que comparten el euro se frenó al 2,4% en marzo desde el 2,6% del mes anterior.
Por Eric Nesich
La inflación en la zona euro pegó un freno el mes pasado, sorprendiendo a todos y dejando en claro que el Banco Central Europeo tiene motivos para arrancar con la baja en las tasas de interés que están en niveles récord.
Por otro lado, la inflación subyacente, que el BCE mira de cerca para evaluar las verdaderas presiones sobre los precios, bajó al 2,9% desde el 3,1%, por debajo de las previsiones del 3,0%, según los datos de Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea, dados a conocer hoy miércoles.
La única cosa que puede preocupar al BCE es que la inflación en los servicios se mantuvo firme en el 4,0% durante meses, lo que indica que los aumentos salariales relativamente rápidos siguen poniendo presión sobre los precios en este sector.
La inflación ha estado en declive constante durante más de un año, pero desde el otoño pasado ha caído más rápido de lo que muchos habían previsto, lo que lleva la discusión hacia cuándo y con qué velocidad el BCE revertirá los récords en las tasas de interés.
Se espera que el banco central, en su reunión de la próxima semana, reconozca la mejoría en las perspectivas, pero es poco probable que reduzca las tasas de inmediato, ya que ha señalado varias veces que junio será la reunión crucial para la fijación de políticas.
Es por eso que los inversores apenas ven chances de un recorte el 11 de abril, pero ya están considerando completamente un movimiento para junio, seguido por otros dos o tres pasos más adelante en el año.
El BCE ha sido cauteloso al comenzar a flexibilizar su política porque solo espera que la inflación vuelva a su objetivo del 2% el próximo año, aunque algunos analistas privados son más optimistas, proyectando que la tasa general se estabilice alrededor del 2% para este otoño.
Mientras tanto, los responsables de las políticas moderadas sostienen que el crecimiento económico es ahora excepcionalmente débil, ya que la zona del euro ha estado al borde de una recesión durante seis trimestres.