Italia les cobrará ganancias extraordinarias a las Big Tech al igual que a los bancos
Desde el Senado el oficialismo italiano anunció que irán tras las ganancias de los gigantes de internet como Amazon, Google, Apple y Netflix entre otros.
Por Eric Nesich
Envalentonado luego del apoyo del 90% de los italianos al impuesto a las ganancias extraordinarias de los bancos, el Gobierno encabezado por Giorgia Meloni irá por los gigantes de internet.
"Presenté en el Senado una moción para pedir al Gobierno iniciativas concretas para acelerar toda forma de imposiciones fiscales a los gigantes de la web. Hablo de Amazon, Google, Apple, Netflix y todos los demás", afirmó el senador Maurizio Gasparri quien también es vicepresidente de la Cámara.
"Poner impuestos a los gigantes de la web es urgente. Y no dejarlos impunes es deber de todo gobierno responsable", declaró Gasparri, miembro de Forza Italia la coalición gobernante desde el año pasado.
A través de sondeos de encuestadoras privadas dados a conocer por la RAI, se conoció que la aprobación de la ciudadanía a estas nuevas imposiciones tributarias a grandes empresas se encuentra en el 91,6%.
El anuncio del senador no sorprende dado que Giorgia Meloni ya había apuntado en la campaña electoral contra los bancos, las Big Tech y empresas multinacionales, tildandolos de super-ricos evasores de impuestos.
Primero los bancos
El Gobierno italiano dio a conocer esta semana que todos los bancos que ganaron en 2023 un 6% más que el año anterior deberán pagar impuestos de ganancias extraordinarias. La recaudación se destinará al subsidio de tasas para la compra de viviendas para jóvenes de hasta 35 años.
El anuncio generó un desplome de las cotizaciones de los bancos italianos, no obstante desde el Gobierno justificaron el impuesto y no darán marcha atrás. Otras medidas han sido tendientes a bajar la inflación que es del 6% en Italia. Asimismo también habrá modificaciones en los esquemas de acceso al subsidio por desempleo.
La coalición gobernante de derecha encabezada por Meloni busca de esta forma ganarse la simpatía del electorado italiano en su primer año de gobierno, aunque utiliza una herramienta de coacción impositiva a las grandes empresas más propia de gobiernos de neto corte socialista.
