El yen se deprecia en Japón y los inversores se refugian en acciones globales
En lo que va de 2024 el yen perdíó un 6% de su valor frente al dólar estadounidense. Atribuyen esta devaluación al apetito inversor de los japoneses por las acciones internacionales
Por Eric Nesich
Una intensa demanda de acciones internacionales por parte de los inversores nipones agrava la depreciación de la divisa nacional, el yen. Se trata de uno de los peores comienzos de año para la moneda de una de las principales economías globales. La fragilidad de dicha divisa ha persistido durante varios meses y las inquietudes entre las autoridades son cada vez más evidentes.
A pesar de las expectativas de un repunte este año después de un 2023 difícil, parece que la mala racha continuará. En este sentido, el elevado interés en los activos financieros globales por parte de los japoneses emerge como el principal inconveniente.
Cabe señalar que la caída no es atribuible principalmente a la adquisición masiva de acciones extranjeras. Más bien, se debe al aumento en la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Según algunos analistas, hay aspectos específicos que deben abordarse para evitar que la posición de la moneda siga deteriorándose.
Por consiguiente, los expertos de Nomura, consultados por Bloomberg, consideran que el Sistema Nacional de Inversión en Acciones (NISA) es el principal factor detrás de la depreciación del yen. Advierten que si este fenómeno continúa, la moneda podría caer a la franja de 137 yenes por cada dólar estadounidense.
Esta situación preocupa a numerosos analistas dentro de la robusta economía japonesa. Entre ellos se encuentra Hideki Shibata, estratega de tasas y divisas de Tokai Tokyo Research Institute. "Los flujos hacia el extranjero están superando las previsiones", afirma el analista. Agrega que esto seguramente continuará generando problemas en el mercado de divisas.
Todavía no hay consenso sobre la duración de estas pérdidas para el yen. Tanto los gestores de activos como los fondos de cobertura ya han tomado posiciones bajistas. Además, el banco central del país parece estar preparado para poner fin a su política monetaria negativa.
En enero, los inversores japoneses compraron acciones en mercados extranjeros por un valor equivalente a $8 mil millones de dólares. Si esta tendencia persiste, es probable que la depreciación del yen se prolongue durante varios meses más.