El oro se mantiene firme mientras los inversores analizan las perspectivas monetarias
Concretamente, el oro al contado se mantuvo en USD 1.915 por onza, mientras que los futuros de oro estadounidenses experimentaron un modesto aumento del 0,1%, situándose en USD 1.942.
Por Gonzalo Andrés Castillo
En medio de un panorama cargado de expectativas, el precio del oro arrancó establemente este lunes. Los inversores digirieron las declaraciones enérgicas del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en anticipación a una serie de datos económicos que se publicarán a lo largo de esta semana en Estados Unidos, y que se espera arrojen luz sobre la evolución de la inflación y el mercado laboral.
Concretamente, el oro (XAUUSD) al contado se mantuvo en USD 1.915 por onza, mientras que los futuros de oro estadounidenses experimentaron un modesto aumento del 0,1%, situándose en USD 1.942.
"En un entorno donde el oro y la plata no muestran incrementos, su estabilidad relativa puede considerarse una señal positiva", comentó Carlo Alberto De Casa, analista de mercado en Kinesis Money.
Powell sugirió en una conferencia anual en Jackson Hole, Wyoming, que el banco central estadounidense podría requerir aumentar aún más las tasas de interés para contener una inflación que continúa siendo elevada. En este contexto, la trayectoria del oro se vio influenciada por el fortalecimiento del dólar, aunque el alivio se presentó gracias a la disminución de los rendimientos en los bonos del Tesoro a 10 años, después de alcanzar máximos de varios años.
Cuando las tasas de interés aumentan y generan rendimientos más atractivos en otros activos seguros, como los bonos estadounidenses, los metales preciosos que no generan interés pueden verse afectados en su desempeño.
"En general, se esperaba que los participantes del mercado ya hubieran incorporado un tono agresivo antes del discurso de Powell, lo que abre la puerta a cierto grado de alivio ante posibles sorpresas", indicó Yeap Jun Rong, estratega en IG.
El próximo flujo de datos económicos, entre los que se incluye la inflación subyacente en Estados Unidos y el informe de empleo no agrícola de agosto, promete brindar mayor claridad sobre la solidez de la economía.
