El oro se acerca nuevamente a máximos históricos
A pesar de las últimas fluctuaciones, el valor del lingote logró recuperarse en la segunda mitad del mes, contrarrestando las pérdidas anteriores.
Por Gonzalo Andrés Castillo
En la jornada de este jueves, el oro (XAUUSD) consolidó su tendencia alcista, acercándose cada vez más a los máximos históricos, como respuesta a un conjunto de datos económicos recientes que influyeron en las probabilidades de un último aumento en las tasas de interés en Estados Unidos.
Los analistas redujeron sus estimaciones después de que cifras de principios de semana señalaran una desaceleración en el mercado laboral. Además, los inversores se mantienen en alerta a medida que se avecina la próxima lectura sobre la inflación.
El precio del oro al contado experimentó un incremento del 0,2%, alcanzando los USD 1.947 por onza, situándose cerca del récord relativo que alcanzó el miércoles pasado, el cual fue de USD 1.949. En cuanto a los futuros del metal dorado, también se incrementaron un 0,1%, llegando a los USD 1.974.
En el segundo trimestre, la economía estadounidense tuvo un crecimiento ligeramente inferior a las expectativas. El aumento en las nóminas privadas disminuyó a la mitad en agosto en comparación con julio. Por su parte, las ofertas de empleo alcanzaron su punto más bajo en dos años y medio durante el mes pasado.
En este marco, Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas en Saxo Bank, expresó que "el mercado está empezando a creer que podrían verse menos aumentos en las tasas antes de lo que la Reserva Federal tenía previsto".
Recientemente, el dólar estadounidense registró su primer suba mensual en tres meses, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años se encaminaron a su cuarto aumento mensual consecutivo. Estos factores ejercieron presión sobre el precio del oro cotizado en dólares.
Sin embargo, a pesar de las fluctuaciones, el valor del lingote logró recuperarse en la segunda mitad del mes, contrarrestando las pérdidas anteriores. El repunte se ayudó de la disminución en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. desde sus máximos en 2007.