El Índice de Miedo y Codicia de las Cryptos llegó a un máximo anual
El índice llegó a los 66 puntos, un nivel no visto desde que bitcoin marcó un récord en noviembre de 2021.
Por Gonzalo Andrés Castillo
A diferencia del mercado accionario, el de las cryptos parece estar fuera de control, ya que sus principales activos están subiendo a un ritmo sumamente frenético. Por ejemplo, en el caso del bitcoin, ya se revalorizó un 82% en dólares desde el mínimo de noviembre de 2022. Y toda esta "ambición" se está reflejando en las estadísticas.
En detalle, el Índice de Miedo y Codicia de las Cryptos (Crypto Fear and Greed Index) alcanzó su valor más alto en el año, llegando a los 66 puntos, un nivel no visto desde el máximo histórico de bitcoin en noviembre de 2021.
El índice, que tiene como objetivo cuantificar las emociones y sentimientos actuales hacia las cryptos y cuenta con una puntuación máxima de 100, está en un pleno nivel de codicia, lo que significa que los inversores están comprando desenfrenadamente.
Recientemente, los precios de estos activos descentralizados comenzaron a subir debido a la crisis bancaria de Estados Unidos. Como algunos bancos quebraron y desestabilizaron el sistema financiero, los inversores empezaron a migrar hacia bienes que estén, justamente, fuera del ecosistema tradicional, como las cryptos.
"El aumento del 50% de bitcoin en 2023 es un reflejo de cuán golpeado fue después del colapso de FTX, la perspectiva cambiante de la tasa de interés y el fracaso (y resurrección) de SVB", sostuvo Antoni Trenchev, cofundador de Nexo.
Por su parte, Vijay Ayyar, vicepresidente de desarrollo corporativo e internacional en Luno, indicó que "los eventos de la semana pasada en torno a la quiebra de SVB y otros bancos también han puesto de relieve el poder de las monedas descentralizadas que las personas pueden custodiar y poseer por completo".
"Las finanzas descentralizadas están comenzando a dar en el blanco en términos de un concepto para muchas más personas ahora", agregó el especialista, haciendo referencia a que la alta centralización del dinero y los activos podrían terminar perjudicando a los usuarios.
Para Trenchev, la intervención de los reguladores estadounidenses para garantizar los depósitos de los clientes en los bancos quebrados "recordó a los inversores las deficiencias estructurales del sistema bancario y el dólar que lo sustenta".
