El Albertismo prepara el reemplazo de Guzmán
Los ministros de economía le duraban, en promedio, 18 meses a Cristina; y Guzmán no parece escapar a esa regla.
Por El enigmático de la Bolsa
La información que se pudo recopilar de su viaje a Estados Unidos es limitada en cuanto a las reuniones privadas que tuvo, sobre todo con el FMI y con su profesor y amigo Stiglitz, pero hay comentarios donde el FMI planteó cuestiones, no solo económicas, sino políticas, y los riesgos de cambio en el gabinete que afectarán incluso a él como ministro.
Alguien que estuvo en esa reunión comentó que el FMI no ve a Guzmán como imprescindible, el trato que le dieron fue el mismo que a Caputo en su momento. Guzmán no tiene el peso de Dujovne para el FMI, en cuanto a su capacidad técnica y operacional en el gobierno, lo ven como un ministro que incluso puede entorpecer un cierre de acuerdo con el ala política del gobierno, que ya ve a Guzmán, e incluso al Presidente, como gente desgastada que no representa al verdadero poder del oficialismo.
Desde hace un mes, Cristina comenzó a monitorear de cerca a Guzmán, tanto en el sector empresarial industrial, como de servicio y financiero. Guzmán es una persona sin peso, lo respetan porque lo consideran cuerdo, pese a todas las medidas tomadas hasta ahora que son de continuidad de kirchnerismo extremo, desde el cierre de importaciones, hasta el Cepo total a las empresas para pagar deuda, pasando por las tarifas y los impuestos. Sin embargo, en lo discursivo parece otra persona. Lo que es paradójico es un ministro con discurso anti-kirchnerista pero que no lo aplica en los hechos, una autentica pantalla para venderse en el exterior como un ministro racional.
El viaje a Estados Unidos y su encuentro con su profesor no fue solo, como sugieren algunos, para pedirle ayuda para iniciar las conversaciones con el FMI, totalmente empantanadas, sino para pedirle una opinión propia sobre su rol en la política argentina y las limitantes que tiene. Guzmán, de manera privada, dejó entre ver que Argentina para él es temporal, tarde o temprano volverá a Nueva York, y se puso como limite el acuerdo con el FMI para finalmente plantear una despedida. El kirchnerismo mas duro sabe de esta jugada y teme que el acuerdo que cierre no sea del agrado, no solo de las filas propias, sino y sobre todo de la oposición, porque volvería inviable cualquier acuerdo de mediano plazo si la oposición plantea que no apoyará en el congreso la negociación, siendo que post 2023 comenzaría a sentirse la carga real del repago de esa deuda.
Guzmán tiene una mesa chica de no mas de cinco personas, y de esa mesa hay uno que cada tanto se anima a filtrar los estados de animo del ministro entre conocidos de él. Uno de los planteos que hace es el desgaste y el riesgo de finalmente estar al frente cuando se produzca alguna crisis que no pueda controlar. Bajo estos parámetros, no es de extrañar que Stiglitz le haya planteado la necesidad de cuidar su nombre y persona, y evitar caer en el colapso político del kirchnerismo.
Guzman no es ni será un super ministro, y su pase por el MECON ya esta en cuenta regresiva. Surge así la pregunta, ¿Quién podría ser su reemplazo?
Los reemplazos que se nombran son siempre los mismos, lo cierto es que el lugar ya tiene candidato, o mejor dicho candidata, y será del riñon del albertismo, del riñon Callao, o lo que quedó de esa organización, es mujer y es alguien a quien Alberto Fernandez cuida y mantiene alejada de los roces en el gabitene, Cecilia Todesca. Una persona muy cercana a los Todesca, pero mas al ex integrante del directorio del Banco Central, esposo de ella, sugirió que Alberto Fernández, de manera privada, ya le dijo a Cecilia que si pasara algo, ella es el plan B, aunque bancaría a Guzmán hasta las ultimas consecuencias. Lo cierto es que si la oposición juega su carta y se planta ante las negociaciones con el FMI y el ministro, Guzmán terminó su carrera en el MECON.
Alguien cercano a Todesca reafirmó este hecho, y ella lo sabe y se está preparando para cuando llegue el momento. Ella sabe que sucederá, es irremediable, solo queda esperar el cuándo. Algunos plantean que sería mucho tiempo después de lo planteado oficialmente hace unas semanas, quizás en octubre con elecciones hacia finales de noviembre generales, pero todo indicaría que entre junio y septiembre la etapa de Guzmán terminaría. Una nueva corrida del dólar financiero replantearía todo y Todesca finalmente resurgiría.
Todesca será la ministro, Guzmán lo sabe y hoy simplemente se limita a pilotear todo, esperando que una nueva crisis cambiaria sea el detonante de su vuelta a Nueva York.