De esta forma sí te podés hacer millonario
Hay una forma de conseguir aumentar tu capital y que demanda algo que todos tenemos o tuvimos en algún momento de nuestra vida ¿De qué se trata?
Al comenzar nuestro camino como inversores, muchas veces está el sueño de volverse millonario de la noche a la mañana o de al menos llegar a tener un buen patrimonio. Eso hace que muchos fantaseen con conseguir un rendimiento del 1500% en dólares en pocos meses con una inversión ganadora a la que pocos acceden o con ganarse la lotería para contar con un gran patrimonio. Pero hay otra forma de conseguir aumentar tu capital y que demanda algo que todos tenemos o tuvimos en algún momento de nuestra vida ¿De qué se trata?
Capital, Ahorro, Tasa o Tiempo: ¿Qué impacta más en tus inversiones?
Difícilmente te venga a la cabeza algún comercial de una empresa de inversión que te diga “Invertí con nosotros USD 250 por mes y jubilate en 40 años con USD 1.000.000”. No tendría mucho éxito esa campaña comercial, pero sería totalmente realizable ese objetivo.
Entonces la pregunta que puede surgir es, ¿en qué conviene focalizarse más de tus inversiones para obtener un mayor capital? ¿Contar con más dinero para invertir? ¿Obtener un rendimiento mayor de tus inversiones? ¿O disponer de mucho tiempo para estar invirtiendo?
Más allá de los preconceptos que uno pueda tener, siempre es aconsejable en esto recurrir a los fríos números de los cálculos matemáticos.
Supongamos el caso de una persona que tiene una capacidad de ahorro mensual de unos USD 167, equivalente a USD 2.000 anuales (se utilizan dólares para disminuir el impacto de la inflación) y los invierte por 10 años a una tasa anual del 7% (una tasa incluso por debajo del promedio anual de mercado). El capital final que esta inversión arrojaría es de USD 47.304.
Ahorrando USD 30.000 terminó con USD 47.304, un 58% más. Allí se observa la diferencia entre invertir versus solamente guardar abajo del colchón esos ahorros. Pero supongamos que esa persona quiere tener más capital al final de esos 10 años.
Tendría varias alternativas:
- Aumentar su capital inicial
- Conseguir aumentar su capacidad de ahorro
- Lograr un mayor rendimiento con sus inversiones
- Estar más tiempo invirtiendo
Partiendo de este caso base, sensibilicemos los resultados frente a cambios de la misma magnitud en términos porcentuales de cada una de estas 4 variables por separado (capital inicial, aportes de capital, tasa de rendimiento y tiempo) y dejando las demás de manera constante. En la siguiente tabla podemos observar el capital final que se obtiene en cada uno de estos casos:
Arrancar con un mayor capital
Hay una fuerte creencia de que si mi capital inicial es mayor, esto tendrá un gran impacto en mis inversiones. Esto es verdad parcialmente.
Si arranco con USD 15.000 (en lugar de los USD 10.000) e invierto los mismos USD 2.000 anuales durante los mismos 10 años a la misma tasa del 7%, el capital que tendré al final serán USD 57.140. Son aproximadamente USD 10.000 más que en el caso base, habiendo sumado USD 5.000 más al inicio. Un 50% más de capital inicial redundó en un 21% más de capital final. A su vez, del capital final el 61% provino de lo ahorrado versus un 63% que provenía en el caso base.
El esfuerzo mensual: incrementar nuestro ahorro
Un segundo cambio que podemos hacer es aportar más cada mes: USD 250 mensuales en lugar de los USD 167. Esto nos demandaría hacer un gran ajuste en nuestro presupuesto para poder ahorrar ese 50% más. Estaríamos sumando un total de USD 10.000 más con nuestra mayor capacidad de ahorro. En este caso el capital final sería de USD 61.121: un 29% más o casi USD 14.000 que en el caso base.
También del capital final el 65% provino de lo ahorrado versus un 61% que provenía en el caso base. Por esto podemos decir también que lograr ese mayor capital final implicó más esfuerzo personal que en el caso de un capital inicial más alto.
La gran ilusión: incrementar fuertemente la tasa de retorno
Este es quizás uno de los mayores errores que cometen los inversores. La búsqueda constante de una tasa de rendimiento exorbitante o milagrosa que te permita conseguir rápidamente el capital soñado.
Si incrementamos la tasa un 50% para conseguir un 10,5% (en lugar del 7% del caso base) y dejáramos todo el resto constante, alcanzaríamos un capital de USD 59.790. Esto es un 26% más que en el caso base y sólo el 50% proviene de nuestros ahorros (dada la gran tasa de retorno nuestro esfuerzo es menor).
Sin embargo, estos cálculos nada nos dicen de lo difícil que es aumentar nuestra tasa un 50%. Pero aún así, veamos que el impacto en el capital final fue mayor incrementando nuestro ahorro mensual que consiguiendo una tasa más alta, algo que podemos notar respecto de dónde apuntar nuestros cañones como inversor.
El más aburrido y efectivo: invertir por más tiempo
Por último, si este mismo ahorrista invirtiera por 15 años (en lugar de por 10) los mismos USD 167 mensuales al 7% anual, su capital final llegaría a los USD 77.848. Esto es un 65% más de capital y con sólo el 51% de ahorro sobre el capital final (menos esfuerzo).
Un plan ganador para tus inversiones
Como se observa, frente a un incremento individual del 50% de cada una de las variables, en el caso del capital inicial obtiene un 21%, la tasa de rendimiento obtiene un 26% más de capital final, en el caso de los aportes obtiene un 29% más de capital final y en el caso del tiempo obtiene un 65% más de capital final.
Mientras más aumentamos en términos porcentuales en cada uno de ellos, el resultado en favor de focalizarse más en el tiempo es cada vez mayor. Por su parte, el tiempo y el rendimiento también fueron los que demandaron “menor esfuerzo” del inversor ya que el capital final provenía en proporciones más altas del resultado de las inversiones que del capital si lo comparamos con los otros dos.
Con estos números presentes, más de un ahorrista se estará replanteando totalmente su forma de invertir. La importancia de comenzar a ahorrar e invertir desde joven es vital en los resultados finales alcanzados. Dado que a medida que uno entra en más años las variables que están a su disposición para modificar (el rendimiento y el aporte de capital) tienen un menor impacto, a la vez que son mucho más difíciles de controlar que el mero transcurso del tiempo.
Para quienes ya están más cerca de la jubilación, quizás estos números le ayuden a ver que más que una importante herencia, una correcta educación financiera que les muestre los beneficios de empezar a ahorrar desde jóvenes puede ser el mejor regalo para sus hijos. “Time is money” dicen los norteamericanos. Parece que están en lo cierto.