Cómo reducir la volatilidad del portafolio en épocas de crisis
Cuando los precios de los activos comienzan a fluctuar violentamente, es importante aprender a balancear la cartera de inversión.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Cuando los mercados financieros se cargan de miedo e incertidumbre, como en la actualidad, la renta variable suele verse afectada. En estos escenarios, los inversores que tienen gran parte de su portafolio en estos activos se perjudican gravemente. Para evitar que el capital se pierda por completo, al menos en el corto y mediano plazo, lo mejor es aprender a balancearlo para reducir su volatilidad.
La estabilidad de la renta fija
Para eliminar parte de la volatilidad de nuestra cartera de inversión, podemos optar por aumentar la exposición a activos de renta fija como los bonos. En épocas de inestabilidad, suelen mantener su precio y, además, reparten una renta periódica que ayuda a engrosar el retorno total del portafolio.
La cantidad dependerá del perfil de inversor de cada individuo y de sus objetivos y horizonte temporal. No obstante, para palear temporalmente los efectos de una alta volatilidad generalizada, muchos suelen adquirir hasta un 50%, aproximadamente, de bonos.
El valor de los metales
Por otra parte, otra de las opciones para reducir la volatilidad de una cartera en escenarios de inestabilidad financiera consiste en invertir en metales preciosos como el oro y la plata. Estas materias primas suelen ser consideradas por el mercado como refugios de valor, por lo que su cotización se mantiene o incrementa cuando el miedo y la incertidumbre se hacen presentes.
No hace falta tener oro y plata de manera física, ya que, hoy en día, es posible comprar fondos cotizados que replican su comportamiento de forma muy precisa, práctica y sencilla.
La seguridad del efectivo
A su vez, también suele ser recomendable mantener una parte de dinero líquido para aprovechar las posibles oportunidades de inversión que podrían surgir y para que la volatilidad total del portafolio se reduzca. Aunque la inflación es el principal enemigo del efectivo, y en la actualidad está creciendo a pasos agigantados, muchas veces el riesgo por estar comprados en acciones suele ser más alto.
Diversificando correctamente entre estos tipos de activos, el rendimiento global de nuestra cartera de inversión tendrá menos probabilidades de fluctuar violentamente como si el capital estuviera completamente invertido en acciones.