Cómo invertir cuidando el medio ambiente ¡No te pierdas los instrumentos verdes!
Obtener un retorno económico mientras se colabora con el cuidado del medio ambiente puede ser doblemente satisfactorio.
Por redacción
En las últimas décadas, muchas empresas e inversores se han dado cuenta de que el cuidado del medio ambiente es indispensable, por lo que comenzaron a crear e invertir en instrumentos financieros que no solo son rentables, sino que también colaboran con el cuidado del planeta.
Bonos verdes
En primer lugar, los activos ecológicos más conocidos son los denominados "bonos verdes". Estos instrumentos financieros de renta fija consisten en deuda que emiten los gobiernos o empresas y que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés. A diferencia de los bonos tradicionales, los fondos recaudados con los verdes son destinados a proyectos que ayudan al cuidado del medio ambiente.
Por ejemplo, proyectos de energías renovables; bienes y servicios vinculados a la eficiencia energética; soluciones de prevención y control de la contaminación, como el tratamiento de aguas residuales o la reducción de emisiones atmosféricas, entre otros.
Criptomonedas verdes
A su vez, para quienes toleren más el riesgo, existen criptomonedas verdes, que, al igual que el resto de activos financieros ecológicos, tienen el objetivo de ayudar a preservar el planeta. Un claro ejemplo es GBM Coin, una divisa digital en la que cada usuario que adquiera un token colaborará con la preservación de un metro cuadrado de biosfera nativa, de un total de un millón de hectáreas de diez países del mundo.
Según informan los especialistas, esta criptomoneda podría considerarse una moneda estable o stablecoin ya que está respaldada por el capital natural, lo que genera que no tenga una alta volatilidad.
Empresas verdes
Por otra parte, también es posible invertir directamente en empresas verdes, las cuales son compañías que cotizan públicamente y cuyas funciones principales o secundarias ayudan a combatir el cambio climático y a cuidar al mundo.
En caso de no saber o no tener el tiempo como para analizar empresas de manera individual, se puede optar por la compra de un ETF ecológico. Estos Exchange-Traded Funds representan la mezcla entre un fondo de inversión y una acción: fondo porque su evolución depende de una serie de activos, en este caso activos verdes, y acción porque se negocia en el mercado secundario de manera rápida y sencilla.
Invirtiendo en todos o cualquiera de estos activos, no solo se incrementa el capital en el largo plazo, sino que también se ayuda a preservar las condiciones naturales del planeta.