Cómo diversificar el riesgo geográfico mediante un único instrumento financiero
El ETF iShares MSCI World invierte tanto en empresas estadounidenses como en compañías cotizantes de otros mercados desarrollados.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Al momento de armar una cartera de inversión, no solo hay que diversificar en cuanto a activos financieros, como acciones, bonos, materias primas y demás, sino que también es muy importante diversificar correctamente el riesgo geográfico. Este riesgo hace referencia al vínculo con el país en el cual cotizan las empresas y el que mayor influencia tendrá en el comportamiento bursátil de las acciones.
Si bien grandes corporaciones como Apple, Microsoft, Alphabet y muchas otras obtienen ingresos de diversas partes del mundo, el principal mercado sigue siendo Estados Unidos y sus sedes se encuentran en este país. Como resultado, si la economía estadounidense crece, las empresas se verán beneficiadas, sin embargo, si existe una crisis, las consecuencias serán devastadoras.
Para reducir al máximo posible el riesgo de que esto ocurra, lo ideal es contar con un portafolio que disponga de compañías de diversos países y continentes, aunque una recesión estadounidense tenga el poder de arrastrar a todo el mundo. Para hacerlo de forma sencilla, existe el ETF iShares MSCI World.
Qué es un ETF
Los ETFs (Exchange-traded funds) son, en simples palabras, la mezcla entre una acción y un fondo de inversión: acción porque cotiza en el mercado secundario y se puede comprar y vender al instante y fondo de inversión porque cada ETF se compone de una serie de valores que dan forma a su evolución.
Existen innumerables ETFs, cada uno con sus características y enfocados en distintos perfiles de inversión. Los más operados son aquellos que replican un índice, como el famoso SPY que emula el comportamiento del Índice S&P 500 o el QQQ que busca seguir la evolución del Nasdaq.
En este caso, para diversificar correctamente el riesgo geográfico, hay que centrarse en el ETF iShares MSCI World.
iShares MSCI World
Este fondo cotizado, desarrollado por la división de ETFs de BlackRock, replica el comportamiento del MSCI World, un índice que engloba a la mayoría de empresas relevantes del mundo, no solo las de Estados Unidos.
En este caso, el 68,95% corresponde a compañías estadounidenses, el 6,29% a empresas de Japón, el 4,03% a marcas de Reino Unido, el 3,24% a cotizantes canadienses, el 3,23% a francesas, el 2,91% a conglomerados suizos, el 2,44% a empresas alemanas, el 1,91% a compañías de Australia, el 1,36% a holandesas y el 1,09% a empresas de Suecia.
En cuanto a la distribución de sectores, el 23,74% se enfoca en tecnología, el 13,13% en el sector financiero, el 12,58% en la salud, el 12,27% en consumo discrecional, el 10,14 a industriales, el 8,41% a comunicación y el 6,82% a productos básicos de consumo. Además, tiene un 4,14% del sector materiales, un 3,12% de energía, un 2,73% del mercado inmobiliario y un 2,69% del sector servicios.
Cómo invertir en el índice global
Si bien no es posible negociar esta clase de instrumentos en el mercado local, afortunadamente, gracias al avance de la tecnología, abrir una cuenta en una sociedad de bolsa que opere en el exterior es sumamente sencillo.
Empresas como Bull Market Securities no solo brindan atención personalizada y cercana, sino que también cuentan con plataformas amigables para que todo el público inversor pueda invertir en los principales activos del mundo, independientemente de su conocimiento y experiencia.