Ahorro zen: dos técnicas mentales para mejorar las finanzas personales
El ahorro zen puede parecer innecesario e incluso inefectivo, pero, entendiéndolo adecuadamente y aplicándolo día tras día, dará sus resultados en el mediano y largo plazo.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Existen muchos métodos y guías para mejorar las finanzas personales, desde aquellos que se enfocan en el control del crédito hasta los que únicamente enfatizan en la importancia de invertir. Sin embargo, hay una filosofía un poco más profunda y menos técnica, denominada ahorro zen, que se basa en dos estrategias mentales fundamentales.
Gasto consciente
En primer lugar, el ahorro zen se compone del gasto consciente, también llamado mindful spending. Básicamente, esta actividad consiste en tomarse un momento para reflexionar sobre la necesidad real que existe detrás de cada compra.
Esta pausa reflexiva tiene el potencial de marcar la diferencia entre un gasto superficial y un ahorro significativo, en especial cuando se hace antes de grandes compras que pueden representar considerables porciones de nuestros ingresos o capital.
Meditación financiera
El segundo pilar del ahorro zen es la meditación financiera, un momento en el que hay que cerrar los ojos, respirar hondo y visualizar nuestros objetivos económicos, sumergiéndonos en la sensación de éxito que conllevaría cumplirlos.
Lo esencial de la meditación financiera es tratar de eliminar los numerosos "ruidos" y miedos que pueden surgir en torno al dinero y simplemente enfocarnos en nuestras capacidades, metas y necesidades.
Inicialmente, el ahorro zen puede parecer innecesario e incluso inefectivo, pero, entendiéndolo adecuadamente y aplicándolo día tras día, dará sus resultados en el mediano y largo plazo.